sábado, 19 de noviembre de 2011

Rito de comprobación

Comprobación de la verdadera virilidad

A partir del suceso, verdad o mentira, de la Papisa Juana, se creó también el rito, verdad o leyenda, sobre la comprobación de la verdadera virilidad del que era elegido Papa.

El método consistía en sentar al Cardenal que había sido elegido mediante votación mayoritaria en una silla: la sedia stercoraria, que tenía un agujero en el medio donde los genitales papales colgaban libremente. Después, un miembro de la iglesia comprobaba la existencia de testículos y proclamaba “Duos habet et bene pendentes”, que quiere decir, “Tiene dos y cuelgan bien”. A esto los asistentes responderían “Deo Gratias”, o “Gracias a Dios”.

Al no haber seguridad en si la ceremonia era real o no, hay ciertos problemas en algunos datos.
No se tiene plena seguridad de si el encargado de la comprobación era un diácono o un joven cardenal, ni si la revisión se realizaba por medio del tacto, palpando por debajo, o si era a ‘simple’ vista.

También, hay variaciones en lo que debía decir el inspector al comprobar lo que buscaba. Algunos dicen que además de “Duos habet et bene pendentes”, se podía decir “Testiculos habet” o solo “Habet!”.

Por lo demás, se conservan los dibujos de Lawrence Banka sobre la prueba de Inocencio X.
El Papa Adriano VI puso fin definitivo a esto al abolir la costumbre en el siglo XVI.

 Este es el modelo de la Silla usada para realizar el rito de comprobación. 


Aquí se puede observar como se realiza el rito al papa, para asegurarse de su verdadera virilidad. Como se dice: el representante de Dios en la tierra solo puede ser un hombre. 

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